martes, 18 de mayo de 2010

uno

Amanecí sin convencerme, últimamente sueño con el tiempo perdido. No quiero que mi cerebro almacene información innecesaria, descansar es mucho espacio en blanco. Ese vacío es preocupante, puedo volverme ocioso sin remedio. Y más alarmante sería experimentar una hueva tan profunda que ni ganas de reír tenga.
Pero la confusión está en que no sé si estoy cansado por engañarme con la supuesta hiperactividad onírica y el cuerpo está convencido que ya necesito dormir o ya no sé cuando duermo en realidad.
Un asunto trillado.
Todos los días me pasa lo mismo, mejor duermo. Espero no abrir los ojos en la estación del Metro más lejana por una anomalía de perspectiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Contribuyentes

Seguidores